Denuncian a una escuela por discriminar a una maestra integradora

Las denuncias apuntan a la escuela Digital Albert Einstein, ubicada sobre calle Pringles entre Ituzaingó e Hipólito Yrigoyen, donde por segundo año consecutivo asiste el hijo de 15 años de Tatiana. De acuerdo a sus declaraciones, a partir del 10 de noviembre la institución decidió impedirle el paso a la maestra integradora, Leticia Chirino, y entonces se vieron obligadas a realizar presentaciones en el Ministerio y después denuncias en el INADI. Ahora lo hacen público porque necesitan soluciones inmediatas.

Antes de publicar la nota, este medio se comunicó con la oficina de Prensa del ministerio de Educación para conocer la posición oficial, pero no fue posible lograrla.

“Según la ULP, de quien depende la escuela, la maestra no tiene un título habilitante, lo cual no es cierto porque la mutual, que es la que le paga por su servicio, es quien la aprobó y si lo hizo es porque tiene todos los papeles en regla. Lo concreto es que mi hijo no está concurriendo a la escuela porque no quiere estar solo, se siente abandonado. Con Leti se siente apoyado, la necesita”, expuso la mamá.

También cree suponer el motivo de la decisión adoptada por la institución: “En muchas ocasiones han discriminado y presionado a mi hijo y la maestra integradora ha hecho los reclamos defendiendo la capacidad intelectual de mi hijo, y eso no les gusta”.

“Fui a Ministerio para que resuelvan cuanto antes este tema, pero ahí me dijeron que la maestra no debía presentar ningún certificado en la escuela, que no había protocolo alguno y que fuera a dar clases como siempre. Pero cuando concurrió no la dejaron entrar. Ya está en el INADI la denuncia presentada. La escuela no me puede decir quiénes pueden o no ser las maestras integradoras de mi hijo. Voy a seguir insistiendo”, destacó Tatiana.

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Además contó que su hijo presenta un retraso de aprendizaje y que a lo largo de sus años educativos siempre estuvo acompañado por una maestra integradora para que siguiera de cerca sus progresos. “Esta es la primera vez que nos ocurre algo así. Presenté toda la documentación en la escuela sobre la patología de mi hijo y nunca me llamaron del Gabinete Psicopedagógico. Inclusive cuando lo inscribí le comenté que necesitaba estar acompañado por una maestra y me dijeron que no habría problemas y que estaría integrado. Tanto en la libreta como en el analítico, sale que han sido años curriculares adaptados por maestras integradoras”.

La palabra de la maestra

“Creo que son actos discriminatorios hacia el adolescente y hacia mi persona”, expresó por su parte la maestra, que acusa a la institución de cometer “actos arbitrarios”, que la denuncia por “daños morales y psicológicos”, y también por “perjudicar el desarrollo cognitivo del alumno”.

“La única dificultad con la que me encontré cuando llegué fue que el alumno a pesar de ir por segundo año consecutivo a esa escuela, no tenía ningún escrito por el Gabinete, ningún informe”. Pedí los programas, algunos me los dieron inmediatamente y otros no, y algunas maestras me integraron, no todas. Comencé a ver que hay mucha discriminación, actitudes arbitrarias, de las cuales uno de los docentes me sugirió que debía dejar actividades fotocopiadas y que tal vez ya no hacía falta que siguiera yendo. Creo que a ellos no les conviene que yo siga viendo cómo se discrimina”, agregó la maestra.

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También indicó: “Puedo decir de dos docentes que desconocen que es el TEA. Mi alumno aprobó el primer trimestre, menos en matemática porque no le pusieron nota, y tampoco se la quieren informar a la tutora. Es algo que le corresponde porque él asiste a las clases, no es un chico ausente”.

Chirino expuso que es monotributista, que sus papeles están en regla, y que todos los requisitos los presentó en la obra social. También contó: “A pesar que vengo trabajando desde abril, me impidieron el ingreso por órdenes de la ULP. Me pidieron el DNI como un delincuente, lo escanearon y me dijeron que yo era una persona extraña y que significaba un peligro para los chicos”.

Finalmente se quejó: “Acá estamos trabajando con la educación, y hasta el momento el Ministerio de Educación no me ha dado ninguna respuesta positiva. Lo único que le dijo un empleado de ese organismo a la mamá es que lo cambiara de escuela. El adolescente está cómodo, afectivamente bien porque tiene sus compañeros, y otro cambio sería muy desgastante y un perjuicio en su avance cognitivo. Voy a seguir todas las vías legales que tengo dentro de mis derechos porque necesito una explicación clara, y si tengo que ir a la justicia ordinaria iré".